Sapiens
Eudald Carbonell
El arqueólogo y director del Institut Català de Paleoecologia Humana i Evolució Social y codirector del Proyecto Atapuerca nos guía por el apasionante viaje hacia los orígenes del ser humano y las raíces evolutivas de nuestra naturaleza.La técnica, y su concepto máximo y más explicativo a nivel práctico, la tecnología, alcanzó su pleno desarrollo cuando dejó de ser sólo ciencia natural y, por lo tanto, no explicativa y, pudo convertirse en un razonamiento de una gran parte de la humanidad; de esta manera se convirtió en tecnología.
La relación entre técnica y tecnología, a la vez que su correlación con la ciencia, la hallamos con el paso de la inteligencia operativa a la conciencia operativa y a la universalidad de los procesos que necesitan experimentación continuada para hacerse más sociales. Está claro que están en el fundamento de lo que significa ser humano y ahora mismo son consubstanciales con el concepto de humanidad dentro del reino animal. Probablemente esta es nuestra principal singularidad: la capacidad de trasformar, gracias a las técnicas y a las tecnologías científicas aplicadas en el trabajo, pues éste, sin aquéllas, no sería lo mismo. Este planteamiento podría ser una visión social y epistemológica.
La evolución de la humanidad sería inconcebible sin estos procesos de desarrollo del conocimiento a través de la actividad teórica y práctica que se necesita para aplicar técnicas y métodos con el fin de regular la energía de nuestro entorno. Al complicarse la manera de intervenir en el medio natural, también es más compleja la relación entre las poblaciones en su medio histórico.
La complicación puede ser gestionada por la organización, mientras que la complejidad hasta ahora no sabemos cómo manejarla. Suponiendo que lo pudiéramos hacer necesitaríamos más conocimiento y, seguramente, un pensamiento más crítico, pues incluso las relaciones humanas más simples y cotidianas, en la nueva situación, igualmente serían más difíciles.
La retroalimentación del proceso se produce cuando se entra en un bucle sistemático con el cual las relaciones de producción y las fuerzas productivas entran en contradicción, de manera que para garantizar un salto evolutivo se produce un choque de energía que sólo puede ser superado por nuevas tecnologías o formas de organización social distintas.
Las grandes revoluciones sociales se producen cuando se dan situaciones de crecimiento exponencial en la producción y sincrónicamente se estructuran las relaciones sociales.
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