Generalmente, cuando se solicita una opinión sobre el hospital del futuro entendemos que nos preguntan sobre estructura arquitectónica, camas, quirófanos, tecnología punta de alto coste y complejidad y, en ocasiones, cómo organizar los grandes procesos.
A título personal me gustaría plantear que, además de estructura y procesos (¿qué patología va a ser tratada en cada centro según una planificación de cartera de servicios adecuada a la población?), es necesario pensar en los profesionales que necesitamos; qué conocimientos y competencias son necesarios para prestar una asistencia adecuada, eficaz y eficiente, y con resultados acordes a los que exigen los indicadores de calidad y buenas prácticas.
A mi entender el marco burocrático ¿menos funcionario / menos estatutario? es excesivo pero no podemos olvidar que la legislación y estatutos están hechos por personas del colectivo. Trabajamos con personal fijo, con una estabilidad laboral que no se da en otros ámbitos y que no está sujeto a compromisos de formación, trabajo o resultados y también con muchos profesionales con temporalidad en el sector público tan alta como en el sector privado y con un alto nivel de insatisfacción en esta situación. Protección y desprotección: la peor mezcla posible.
Precisamos un marco más flexible. Los actuales procesos de selección (OPE), las barreras de la movilidad interna en compartimentos demasiado cerrados, los sistemas de bolsas de contratación ajenos a las necesidades en el puesto de trabajo, la necesidad de una plaza en el sistema para optar a determinados puestos o el endogámico sistema universitario para la habilitación de nuestros clínicos son lastres para el buen funcionamiento del hospital del futuro. Nuestro proteccionismo no tiene límites; incluso reservamos las plazas al que pide excedencia para dedicarse al ejercicio privado. Sin riesgo siempre habrá comodidad.
La contratación en base a perfiles competenciales, conocimiento y experiencia acreditadas, capacidad docente e investigadora deben ser los argumentos para la incorporación de los mejores profesionales sin que su procedencia sea un obstáculo. Me produce un gran malestar observar cómo prestigiosos profesionales europeos o estadounidenses de carrera reconocida no podrían ser catedráticos en nuestra Universidad o Directores de Unidades de Gestión o Jefes de Servicios en algunos hospitales de nuestro país. Sin embargo, en base a su currículo, son contratados en otros países europeos como Alemania o Inglaterra.
En algunas comunidades buscamos otras formas de gestión distintas y que en muchos casos son absorbidos o “contagiados” por los modelos más clásicos.
El mantenimiento del puesto de trabajo debe estar de acuerdo con las necesidades de éste, las funciones, el aprendizaje y los resultados que contribuyan al cumplimiento de los objetivos (por supuesto incluyendo los económicos) encomendados al hospital.
Otros aspectos a discutir en el hospital del futuro son el modelo retributivo, la formación pre y postgrado, la troncalidad, la nueva situación derivada de los estudios de grado de enfermería, la feminización de la sanidad, la jornada laboral en el sector público, la turnicidad, permisos y licencias, días de libre disposición, etc, ¿horas reales?, las compatibilidades al menos de Directores de Área de Gestión / Jefes de Servicio, el tiempo de utilización de las instalaciones y equipamiento, su amortización y algunos otros.
Así podríamos tener el cuadro completo de estructura adecuada, procesos bien organizados y equipo directivojunto con profesionales necesarios; sin este último aspecto nuestra visión del hospital del futuro no sería completa.
Antonio Pérez Rielo Director Gerente Hospital Regional Universitario Carlos Haya Málaga
Publicado en "El Hospital del Futuro: Las ideas de los expertos"
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