Los hospitales, todos, grandes o pequeños, son instituciones dedicadas primordialmente a la producción de asistencia sanitaria, que en nuestro país se realiza con un nivel de calidad que podemos calificar de bueno o muy bueno. Secundariamente, algunos de ellos tienen capacidad para ejercer la docencia y/o la investigación. Ante la lógica limitación en la cantidad de financiación disponible, se requiere una importante y costosa administración de recursos y personal. Este ciclo producción/administración se ve afectado por lo que el neokeynessiano William Baumol diagnosticó como la enfermedad de los costes. Esto es, cada vez hay que pagar mayores salarios por unos servicios que no mejoran la productividad al mismo ritmo que lo han hecho otros sectores productivos.
El reto del hospital del futuro es el de convertirse en algo más que un centro de producción/administración de asistencia sanitaria, enfocado hacia la eficiencia y la seguridad. Porque si esa es la principal y única meta, el destino es el fracaso. Con el objetivo de mejorar su funcionamiento y ofrecer mayor productividad con un mejor servicio a los ciudadanos, en el hospital del futuro debemos combinar la consolidación y progreso del conocimiento, de los procesos en marcha y de la tecnología conocida con cambios disruptivos que generen lo realmente nuevo en la asistencia sanitaria. Por tanto, tenemos que ser capaces que emprender y después integrar la innovación generada dentro del sistema de producción.
Por tanto, me atrevo a proponer tres áreas prioritarias: 1. Promoción de la creatividad como incentivo para mejorar la productividad mediante la reingeniería de procesos y la mejor gestión de recursos humanos; 2. Creación de redes sociales que mejoren la comunicación interna y externa 3. TICs para la gestión clínica “en nube”
En un hospital orientado a la mejora continua, la “mano de obra” debería convertirse en “cerebros de obra”, con una gestión completamente distinta a la habitual en nuestros actuales centros sanitarios. Frente a las rutinas y los procesos de base científica dominantes en la actualidad, hay que promover el diseño y la creatividad en todos los niveles para conseguir aprovechar el talento de los profesionales de la institución, así como para atraer futuras generaciones de mentes brillantes que faciliten el triunfo corporativo a medio y largo plazo. La promoción de la creatividad y el ingenio, junto con su reconocimiento, es uno de los más potentes incentivos de la profesionalidad, muy por encima de los directa y estrictamente monetarios.
Healing starts with communication. Aceptando la premisa de que resulta difícil mejorar los resultados de salud ofrecidos por nuestras instituciones sanitarias, uno de los problemas esenciales que se deben resolver en los centros sanitarios del futuro para mejorar la calidad percibida, tanto por los ciudadanos como por los profesionales, es el de la comunicación (interna y externa). Y con las tecnologías disponibles en la actualidad, la innovación en comunicación no debería hacerse equivalente a un coste económico desmesurado, sino que más bien requiere un liderazgo formal e informal basado y enfocado en la promoción de una cultura de transparencia.
Finalmente, la utilización de las TICs debe dejar de perseguir la “solución final” centrada en plataformas transversales que pretendan servir para todas las necesidades. Se debería favorecer la creación de herramientas “ad hoc” diseñadas específicamente por los que recogen, acumulan y precisan de la información para la atención de los pacientes, utilizando lo que hoy conocemos como “Internet Operating System”. O lo que es lo mismo, en la actualidad carece de sentido poseer toda la información necesaria para la asistencia al paciente en un único sitio físicamente localizado y gestionada por un servicio centralizado, ya que su crecimiento sería exponencial e imposible de asumir. La posibilidad usar motores de integración que recojan los datos necesarios del sitio donde se generan (en la "nube"), sin necesidad de volcar toda la información, nos ofrecerá versatilidad, mayor robustez y, por su puesto, mejoras en la productividad y la eficiencia de la prestación de servicios sanitarios.
Evidentemente, no es esperable que cualquiera de estas acciones rindan beneficios a corto plazo. La innovación suele traer un período de latencia de entre 5 y 10 años. Sin embargo, aunque continua siendo siendo necesario invertir dinero para generar Conocimiento, cada vez es más imperioso utilizar el Conocimiento almacenado en las instituciones para generar dinero. O más genéricamente, valor.
Julio Mayol, Hospital Clínico San Carlos
@juliomayol
Publicado en "El Hospital del Futuro:Las ideas de los expertos"
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