La modificación de la pirámide poblacional, fruto del aumento de la esperanza de vida y el descenso de la natalidad, hace pensar en un incremento de la edad de los pacientes susceptibles de recibir cuidados críticos en el Hospital del futuro. En definitiva, se atenderán pacientes más mayores, con pluripatologías más complejas y que consumirán progresivamente más recursos.
La adaptación a esta situación necesitará de una mejora a nivel de la innovación tecnológica, la gestión de pacientes críticos y el trabajo en equipo. Los hospitales deberán modificarse en el sentido de reducir las áreas de hospitalización (que se verán compensadas con un incremento de la atención primaria, la medicina ambulatoria, la cirugía sin ingreso y la atención domiciliaria), al tiempo que se destinarán más recursos al entorno del paciente críticamente enfermo que necesite obligatoriamente de una medicina hospitalaria.
En este sentido, están apareciendo nuevas necesidades de monitorización fuera de las áreas específicas de cuidados intensivos, destinadas a un nuevo grupo de pacientes de menor gravedad pero que pueden necesitar cuidados críticos al máximo nivel en algún momento de su hospitalización. Las tareas de vigilancia y seguimiento/monitorización “manuales” no son suficientes para estos nuevos pacientes. Como dato orientativo, en nuestros días, sólo el 35% de las camas de un Hospital suelen estar equipadas con un monitor. Aún así, alcanzar el objetivo de vigilancia de estos pacientes no es únicamente un problema cuantitativo; se trata de modificar la obtención, el procesamiento y la interpretación de los datos, de manera que una monitorización “inteligente” detecte de manera precoz los cambios en la situación clínica de un paciente concreto. Existen numerosas evidencias de la existencia de señales claras de deterioro de los pacientes, que no siempre se detectan a tiempo. Los sistemas que permiten identificar esas señales y facilitar la intervención temprana aseguran el “continuum” asistencial, poniendo énfasis en la seguridad clínica de los pacientes y reduciendo, al mismo tiempo, los efectos adversos y los costes derivados de su atención.
Aproximar más la investigación básica a la clínica y apostar de manera decidida por las nuevas tecnologías, estableciendo protocolos de actuación y haciendo una correcta gestión del cambio son algunas de las claves del éxito para el Hospital del futuro. El European Resuscitation Council (ERC) presenta el lema “prevention instead of resuscitation” para establecer que el tratamiento temprano y efectivo de pacientes seriamente enfermos previene de forma efectiva, muertes, paradas cardiacas e ingresos urgentes en UCI. Los protocolos de “Early Warning Scoring” (EWS), así como los Equipos de Respuesta Rápida (RRT), un grupo de especialistas en cuidados críticos que intervienen tan pronto un paciente que está fuera de la UCI, lo requiere, permiten la fácil identificación y tratamiento de este tipo de pacientes.
En este ámbito, se está desarrollando el primer sistema de monitorización experto para plantas de hospitalización que permite enviar las constantes vitales de los pacientes de forma sencilla, mediante un sistema de monitorización sin cables, a una estación que recoge también el resto de información disponible para cada paciente. La estación (PC) realiza un análisis, de acuerdo con los protocolos estipulados para cada área. En caso de que se confirme la condición de deterioro de un paciente, se activan una serie de avisos y mecanismos con objeto de enviar los mensajes necesarios para tratar el paciente lo antes posible.
Jackie Gubbioli es Responsable de Sistemas de Monitorización de Pacientes de Philips Cuidado de la Salud.
jacqueline.gubbioli@philips.com
Publicado en "El Hospital del Futuro: Las ideas de los expertos"
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