No es infrecuente oír o leer en medios especializados que la Tecnología es la principal responsable de llevar el crecimiento del gasto sanitario hasta la insostenibilidad. Tal afirmación parece conducir al siguiente sofisma: el sistema se hace más sostenible cuando limita la adopción de tecnología. ¡Nada más falso!
Sin ninguna duda, la Innovación Tecnológica ha sido la base sobre la que se han producido los grandes progresos en la asistencia sanitaria de los últimos 40 años, ofreciendo respuestas efectivas a graves problemas clínicos no resueltos. Esa Innovación, cuando ha sido disruptiva, ha conseguido además, extender sus beneficios a un número de pacientes mucho mayor y a un coste unitario inmensamente inferior para el sistema. Pensemos en la Tecnología del Stent frente a la cirugía del By Pass, en la reducción de la espasticidad que permite deambular o en las sustituciones valvulares endovasculares frente a las cirugías abiertas de tórax.
El Hospital del Futuro seguirá apoyándose más aun en la Innovación Tecnológica para permitir abordar de la única manera posible (menos costes y más calidad) la epidemia de las enfermedades crónicas. Un sistema como el actual, basado en niveles asistenciales más o menos desconectados, puede ser eficaz para las enfermedades agudas, pero es claramente incompetente para las crónicas y no formará parte del Futuro. Sólo la Innovación Tecnológica junto a un cambio de cultura organizativa que atraviese el sistema, permitirán transitar hacia ese Hospital del Futuro, superando una realidad hoy evidente, que muy bien resume el título la canción “No hay cama pa’ tanta gente”.
Estrategias innovadoras de base tecnológica, como el control remoto de pacientes, ya permitirán construir los tres pilares fundamentales en los que se basa el abordaje de la enfermedad crónica: (1) incorporar activamente al paciente como potente recurso asistencial para el manejo de su enfermedad, (2) integrar los diferentes niveles asistenciales en un único sistema capaz de estratificar el riesgo de la población enferma y (3) llevar la asistencia hasta el domicilio del enfermo, reservando al Hospital del Futuro para los casos estrictamente necesarios. Menos coste, pero mucha más calidad.
Es verdad que la adopción de Innovación Tecnológica en el Sistema Sanitario no puede producirse de una manera indiscriminada o discrecional. Porque entonces se convierte en un problema. Es necesario disponer de (a) evidencia de su efectividad clínica, (b) estudios que garanticen un impacto económico positivo y (c) rediseñar los procesos asistenciales afectados de forma que se multipliquen los beneficios.
Cuando se dan esas condiciones, el título de este artículo despliega todo su significado: para el Hospital del Futuro: la Innovación Tecnológica es parte de la Solución y no parte del problema.
Javier Colás Fustero Francisco de Paula Rodríguez Perera
DIRECTOR GENERAL DIRECTOR DE ESTRATEGIA
Publicado en "El Hospital del Futuro:Las ideas de los expertos"
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