miércoles, 31 de agosto de 2011

La nueva formación especializada y el Hospital del futuro.

El Hospital de los próximos años tendrá que contemplar la incorporación de tecnologías eficientes que integren la práctica clínica como uno de sus pilares básicos junto con un intenso apoyo a la investigación de alto nivel y a un concienzudo programa de formación de profesionales.
En este tercer epígrafe es muy importante una apuesta firme por parte del Hospital puesto que la reforma de la formación especializada que está en marche requiere de su implicación.
La publicación en el año 2003 de la Ley de Ordenación de las Profesiones Sanitarias (LOPS) supuso un salto cualitativo importante a la vez que sentó las bases para un mejor desarrollo de los aspectos formativos de los profesionales  sanitarios. En ella y en el apartado de Estructura de las Especialidades se señala, explícitamente, que las especialidades en Ciencias de la Salud se agruparán, cuando  proceda, atendiendo a criterios de troncalidad.
Es precisamente este mandato el que motiva hacer estas reflexiones. Es evidente que el avance en el conocimiento científico y tecnológico, en el ámbito de la medicina, hace necesario una especialización del profesional médico, pero tampoco es menos cierto que ese conocimiento puede tener parcelas comunes y de solapamiento entre las distintas especialidades.
Por otro lado, actualmente la especialización dirige al profesional hacia un camino  que le obliga a permanecer en él durante todo el tiempo que ella dura; en otras palabras el especialista médico siempre ha de continuar con la especialidad que en su momento eligió sin poder optar, a menos que comience de nuevo, a otra por la que en un determinado momento tenga preferencia; supone, en definitiva, una situación de rigidez que tiene el sistema MIR y cuya vuelta atrás pasa por comenzar desde el inicio en otra nueva especialidad. También es necesario señalar que no todas las especialidades existentes a día de hoy necesitan integrarse en troncos específicos. 
Precisamente esta reforma trata de corregir esta situación en el sentido de que pueda definirse un periodo formativo común a varias especialidades, que la LOPS establece al menos en dos años, y desde ese periodo o tronco el profesional puede elegir el resto de su formación para la obtención de un titulo de especialista; pero que si desea cambiar de especialidad al finalizar la formación, no necesita comenzar de nuevo sino que puede hacerlo a partir  del periodo formativo común; esta es la esencia de la troncalidad, poder formar al médico en más de una especialidad del mismo tronco sin tener que, cada vez, partir desde el principio.
Todo lo anterior hace, por una parte, menos rígido al sistema formativo, además permite un horizonte más amplio a la hora de poder decantarse por una u otra especialidad del tronco y además en situaciones puntuales de necesidades de determinados especialistas, la conversión es más sencilla que fuera del concepto de troncalidad. Por supuesto que también presenta dificultades como puede ser que la decisión de formación en especialidades de un tronco excluye a las que no pertenezcan al mismo y además puede añadir complejidad a la hora de definir con precisión los periodos formativos dentro del mismo tronco.
Ello va a suponer un nuevo enfoque en la organización de las actuales unidades docentes hospitalarias que deberán responder a nuevos requisitos generales de acreditación y  a nuevos programas formativos


Podríamos, por tanto, decir que entre los objetivos que llevan a desarrollar este nuevo aspecto, están, además de favorecer la elasticidad en la oferta de las diversas especialidades, mejorar el proceso de formación especializada y la competencia final de los especialistas sanitarios, lo que supone un amplio cambio cultural que va a permitir abordar los problemas de salud de una manera más integral y posibilitar trabajar de la forma más adecuada para poder proporcionar una atención sanitaria orientada a la resolución de los procesos con el enfoque multiprofesional y multidisciplinar que el estado actual de la ciencia requiere.



 
Alfonso Moreno es Jefe del Servicio de Farmacología Clínica del Hospital Clínico San Carlos de Madrid.





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martes, 30 de agosto de 2011

Innovación: la cuarta dimensión del hospital del futuro


El futuro de los hospitales pasa por incorporar la innovación como una nueva dimensión de su actividad junto con la asistencia, la docencia y la investigación. La innovación no es solo invención, o incorporación de nuevas tecnologías, o cambios en las organizaciones y los procesos. Se refiere a la creación de valor. El propio modelo de innovación ha evolucionado y ya no se trata simplemente de trasladar de forma lineal los resultados de la I+D hacia el mercado. Hoy día se está poniendo el énfasis en la innovación “abierta” e “impulsada por los usuarios” con especial interés hacia los servicios y el sector público. 
La innovación “abierta” implica abrir cauces a la colaboración interna y externa para aprovechar el potencial de compartir conocimientos e ideas nuevas. Por otra parte, gracias al desarrollo de las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (TIC), el papel de los usuarios y su capacidad innovadora se ha hecho cada vez más relevante en las actividades relacionadas con servicios intensivos en conocimiento. En la nueva visión el usuario y las comunidades de usuarios, como los hospitales, se consideran actores partícipes de la generación de innovación en la co-producción y mejora de los servicios públicos.
El sector sanitario es un prototipo de “industria” de servicios, intensivos en conocimiento. El hospital es un gran nodo de redes interconectadas de personas y recursos que proveen servicios complejos, especializados y de alto valor para la sociedad.  El hospital también se puede considerar un “usuario” o mejor una “comunidad de usuarios”. Convertir al hospital en motor de la innovación implica desarrollar una estrategia para la innovación basada en el capital intelectual de conocimiento y en el capital social utilizando las TIC. La innovación presenta múltiples facetas, pero lo esencial radica en la obtención, comunicación, transformación y uso del conocimiento dirigidos a la  creación de valor. Se trata de crear un puente entre la innovación social, la innovación pública, la innovación sanitaria y la innovación tecnológica en el sector
Aunque hoy día la ciencia, la tecnología, la economía, la investigación y el conocimiento se hayan globalizado, los focos de innovación brotan en ecosistemas locales. Los hospitales reúnen características idóneas para propiciar  esos entornos  en colaboración con la industria y la iniciativa  para la innovación abierta impulsada por los usuarios dirigida a servicios públicos. Ciertamente existen retos notables para su activación y desarrollo efectivo:¿Como crear una infraestructura que atraiga el talento, la creatividad y la inversión? ¿Como balancear un entorno abierto a las ideas y la colaboración con un control de la dirección del proceso hacia los objetivos sociales e institucionales propios de su naturaleza de servicio público?
El futuro de la innovación en los hospitales está por escribir. El hecho de que el éxito no esté garantizado no es un argumento para no intentarlo.









José Luis Monteagudo es Jefe de la Unidad de Investigación en Telemedicina y e-Salud del Instituto de Salud Carlos III 







                                                                          


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lunes, 29 de agosto de 2011

INNOVACIÓN EN LOS HOSPITALES DEL FUTURO

 Los hospitales, todos, grandes o pequeños, son instituciones dedicadas primordialmente a la producción de asistencia sanitaria, que en nuestro país se realiza con un nivel de calidad que podemos calificar de bueno o muy bueno. Secundariamente, algunos de ellos tienen capacidad para ejercer la docencia y/o la investigación. Ante la lógica limitación en la cantidad de financiación disponible, se requiere una importante y costosa administración de recursos y personal. Este ciclo producción/administración se ve afectado por lo que el neokeynessiano William Baumol diagnosticó como la enfermedad de los costes. Esto es, cada vez hay que pagar mayores salarios por unos servicios que no mejoran la productividad al mismo ritmo que lo han hecho otros sectores productivos.
El reto del hospital del futuro es el de convertirse en algo más que un centro de producción/administración de asistencia sanitaria, enfocado hacia la eficiencia y la seguridad. Porque si esa es la principal y única meta, el destino es el fracaso. Con el objetivo de mejorar su funcionamiento y ofrecer mayor productividad con un mejor servicio a los ciudadanos, en el hospital del futuro debemos combinar la consolidación y progreso del conocimiento, de los procesos en marcha y de la tecnología conocida con cambios disruptivos que generen lo realmente nuevo en la asistencia sanitaria. Por tanto, tenemos que ser capaces que emprender y después integrar la innovación generada dentro del sistema de producción.
Por tanto, me atrevo a proponer tres áreas prioritarias: 1. Promoción de la creatividad como incentivo para mejorar la productividad mediante la reingeniería de procesos y la mejor gestión de recursos humanos; 2. Creación de redes sociales que mejoren la comunicación interna y externa 3. TICs para la gestión clínica “en nube”
En un hospital orientado a la mejora continua, la “mano de obra” debería convertirse en “cerebros de obra”, con una gestión completamente distinta a la habitual en nuestros actuales centros sanitarios. Frente a las rutinas y los procesos de base científica dominantes en la actualidad, hay que promover el diseño y la creatividad en todos los niveles para conseguir aprovechar el talento de los profesionales de la institución, así como para atraer futuras generaciones de mentes brillantes que faciliten el triunfo corporativo a medio y largo plazo. La promoción de la creatividad y el ingenio, junto con su reconocimiento, es uno de los más potentes incentivos de la profesionalidad, muy por encima de los directa y estrictamente monetarios.
Healing starts with communication. Aceptando la premisa de que resulta difícil mejorar los resultados de salud ofrecidos por nuestras instituciones sanitarias, uno de los problemas esenciales que se deben resolver en los centros sanitarios del futuro para mejorar la calidad percibida, tanto por los ciudadanos como por los profesionales, es el de la comunicación (interna y externa). Y con las tecnologías disponibles en la actualidad, la innovación en comunicación no debería hacerse equivalente a un coste económico desmesurado, sino que más bien requiere un liderazgo formal e informal basado y enfocado en la promoción de una cultura de transparencia.
Finalmente, la utilización de las TICs debe dejar de perseguir la “solución final” centrada en plataformas transversales que pretendan servir para todas las necesidades. Se debería favorecer la creación de herramientas “ad hoc” diseñadas específicamente por los que recogen, acumulan y precisan de la información para la atención de los pacientes, utilizando lo que hoy conocemos como “Internet Operating System”. O lo que es lo mismo, en la actualidad carece de sentido  poseer toda la información necesaria para la asistencia al paciente en un único sitio físicamente localizado y gestionada por un servicio centralizado, ya que su crecimiento sería exponencial e imposible de asumir. La posibilidad usar motores de integración que recojan los datos necesarios del sitio donde se generan (en la "nube"), sin necesidad de volcar toda la información, nos ofrecerá versatilidad, mayor robustez y, por su puesto, mejoras en la productividad y la eficiencia de la prestación de servicios sanitarios.
Evidentemente, no es esperable que cualquiera de estas acciones rindan beneficios a corto plazo. La innovación suele traer un período de latencia de entre 5 y 10 años. Sin embargo, aunque continua siendo siendo necesario invertir dinero para generar Conocimiento, cada vez es más imperioso utilizar el Conocimiento almacenado en las instituciones para generar dinero. O más genéricamente, valor.


Julio Mayol, Hospital Clínico San Carlos
@juliomayol






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viernes, 26 de agosto de 2011

Interoperabilidad en los Sistemas de Información Sanitaria



El desarrollo de Sistemas Centralizados de Información Sanitaria (Central Information Systems, CIS) resulta de vital importancia para el despliegue de nuevos Servicios de eSalud que propicien tanto la mejora como la sostenibilidad de la Sanidad tal y como la conocemos hoy en día. Actualmente existen en el mercado numerosos Servicios de eSalud, los cuales gestionan gran cantidad de información biomédica. Si estos Servicios no inter-operan entre sí, no seremos capaces de obtener todo el valor añadido del conocimiento que posiblemente se esté generando por la implantación de dichos Servicios. La tendencia en los últimos años ha sido la generación de islas e islas de información médica, tradicionalmente correlacionadas con las diferentes especialidades médicas, que tímidamente interactúan con los Sistemas de Información Clínica de los Hospitales. Afortunadamente, en el ámbito  de Salud que más ancho de banda demanda, la imagen médica diagnostica, se ha llegado a un consenso, impuesto por el usuario, para la adopción del estándar DICOM con el fin de que las islas de información,  infraestructuras médicas de gran calado (Resonancias, TAC, Endoscopios, etc.), y no tan grande (Retinografos No Midriáticos, etc.) puedan interactuar entre sí a través del PACS de forma que la gestión de dicha imagen médica se hace, hoy en día, de manera ágil y útil. Asimismo, el desarrollo de Sistemas de Información para la implementación de la Historia Clínica Electrónica también parece estar maduro y de hecho, es más la excepción que la norma, el Hospital que no disponga de una herramienta denominada como tal. Además tampoco es excepcional el encontrar Servicios de Salud que dispongan, o digan que disponen de Servicios de eSalud para la Hospitalización a Domicilio o para la Monitorización a Domicilio. Es más, no hace falta salirse del Hospital para ver la gran cantidad de datos médicos (Tensión Arterial, Temperatura, Gestión de Farmacia, Análisis Bioquímicos, etc.) que se generan diariamente y que, o se quedan en papel o en una nueva isla de información. ¿Qué podemos hacer con tanta información dispersa? Realmente se está haciendo todo lo que se puede con ella para generar conocimiento pero…el ciudadano seguramente nos está pidiendo más (disminución de errores, duplicidad de pruebas médicas, ubiquidad de la información médica personal, Historia Clínica Personal, etc.). ¿Qué se debería hacer antes de generar tanta información médica de interés? La respuesta resulta sencilla: diseñar plataformas de gestión de información médica que sean interoperables. Para ello es mandatorio el uso estándares adoptados en el ámbito internacional y con la madurez suficiente para que el despliegue de estos Servicios de eSalud resulte sostenible.
El primer paso ya está dado, tal y como hemos comentado, con la adopción de DICOM para la gestión de imagen médica diagnóstica. Actualmente, basándose en su popularidad y robustez también se está utilizando dicho estándar para la gestión de información médica que no es exactamente imagen, como ECG, etc. El segundo paso sería la adopción de un estándar para el desarrollo de una Historia Clínica Electrónica que pudiera intercambiar información con otras plataformas con idénticos objetivos. Por último aunque no en último lugar, previo al despliegue de Servicios de Salud para la Gestión de Crónicos, Hospitalización a Domicilio y otros Servicios de Monitorización, se debería llegar a un consenso en la adopción de un estándar para la interoperabilidad de dispositivos médicos con el fin de llegar al ansiado Plug & Play en este tipo de plataformas. El usuario ganaría en confort, el Servicio de eSalud no dependería del hardware y, seguramente, los precios bajarían con la consiguiente Sostenibilidad del Sistema. En definitiva, posiblemente se podría seguir los pasos de los Servicios de Telefonía Móvil durante la última década en cuanto a ubicuidad y coste se refiere. Otra cosa diferente es que estemos contentos con dichos Servicios.

 

 Miguel Martínez de Espronceda y Javier Redondo son investigadores y desarrolladores de Servicios de eSalud del Grupo de Ingeniería Biomédica de la Universidad Pública de Navarra




                                                                                                                     











javier.redondo@unavarra.es
                                           




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miércoles, 24 de agosto de 2011

ALGUNAS CONSIDERACIONES SOBRE EL FUTURO DE LOS HOSPITALES



En la década de los 40, los hospitales públicos ( H. generales o Universitarios) eran escasos y coexistían con otras “clínicas “ de la iglesia  o beneficencia. La patología principal era la infecciosa y las condiciones de la atención a los pacientes dentro de todos ellos era deficiente. Con la tuberculosis o la lepra  aparecieron “sanatorios” con 100-400 camas  para pacientes crónicos atendidos por una comunidad  de monjas-enfermeras o enfermeras y no mas de 3-5 médicos, que en general , vivían en el centro. Las exploraciones especiales o la cirugía se atendía a demanda. En  la década  de los 60-70 se construyen por la seguridad social muchas “Residencias”  con un objetivo preferente en la cirugía y el cirujano jefe de una especialidad  incluía entre su equipo a los clínicos correspondientes. La aparición de los MIR y una nueva filosofia-estrutura Hospitalaria que nace  en la Clínica de la concepción ( Prof . Jiménez Díaz) y posteriormente en la  Clínica Puerta de Hierro ( Prof. Segovia de Arana) junto a nuevas experiencias en el H. de Navarra cambian la  organización del hospital pero no tanto sus objetivos .
El futuro de los hospitales es difícil de  predecir por su heterogeneidad de todo tipo y la disparidad de políticas involucradas. Sin embargo, creo que podemos intuir el camino que seguirán a corto plazo. Este depende de varios factores, de los que muchos, no son estrictamente sanitarios. Entre otros: 1) La evolución socio-económica y cultural de su entorno .2) El desarrollo de las tecnologías en general y de utilización asistencial en particular. 3) Los avances en modelos de gestión tanto  macros como micros hacia la relación optima de estructuras y profesionales en la atención integral paciente.
Los cambios culturales y de conducta de la población general tendrán un impacto  en la evolución hospitalaria. El envejecimiento progresivo de la población presenta un importante problema ya que los hospitales diseñados inicialmente para una atención especializada-quirúrgica-diagnostica de agudos soportan en la actualidad un porcentaje de pacientes mayores o muy mayores con pluripatologías. Otro aspecto socio-sanitario importantes es su viabilidad  económica  y la adopción de una atención integral basada en el paciente.
El hospital del futuro, en un sentido que supera su acepción actual, las tecnologías incrementaran  los diagnósticos predictivos, preventivos, curativos y rehabilitadores así como   técnicas quirúrgicas no invasivas y otras que en muchos casos sustituirán  algunas de las intervenciones quirúrgicas actuales. La incorporación de las TIC´s  al hospital, a la población  general y a los profesionales sanitarios de cambiara  formas de operar, incrementara la información de pacientes y profesionales así como permitirá nuevas formas de comunicación y  asistencia. La historia clínica personal en una “smart card”  con lectores extendidos será una de las revoluciones venideras en los futuros escenarios asistenciales. La telemedicina hará posible un mayor protagonismo del paciente, la adherencia al tratamiento y  una mejor interrelación entre el hospital, la medicina extra-hospitalaria y el seguimiento en la casa que hará mas factible el autocontrol domiciliario del paciente apareciendo nuevas empresas de servicios en este escenario.
La gestión del hospital (estructura) tiende a adoptar el modelo de negocio-empresa en el sector servicios. Se tiende a un modelo híbrido entre hospital publico ( cerrado) y privado (abierto) integrando en un territorio  la atención hospitalaria, primaria y domiciliaria . Mas importante y dificil será el cambio  en la gestión  para una  atención integral al paciente. Será necesario  agrupar a estos profesionales según procesos y no por especialidades-servicios aislados que integren varias especialidades medicas-enfermería y otras necesarias en unidades funcionales interdisciplinarias. Estas unidades no distinguirán ente atención hospitalaria o extra-hospitalaria ni privada o publica. Serán las responsables de la atención y seguimiento al paciente en el espacio-tiempo adecuado con las tecnologías adecuadas. La I+D+I se incorporará al hospital en relación con la universidad-empresa y tendrá un plus de compensación como la docencia..

 





Dr J. Márquez Montes.- Cardiólogo Hospitalario. Ex subdirector General de Evaluación Sanitaria y Tecnología e Investigación Sanitaria ( Mº Sanidad y Consumo)
 











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