De un tiempo a esta parte, Juan
Simó Miñana (http://saluddineroy.blogspot.es), médico de Atención
Primaria en Pamplona (Navarra), no deja de volver sobre todo aquel
aspecto que, en contra de lo que se reitera desde instancias oficiales,
pone de manifiesto que de ningún modo ha habido despilfarro de recursos
que permita hablar de la insostenibilidad del Sistema Sanitario.
22/05/2012, Juan Simó Miñana
La siguiente figura muestra cómo en
2002, hace tan sólo 10 años, nuestro gasto sanitario público no
farmacéutico per cápita (excluida la farmacia de receta pero no la
hospitalaria) significaba poco más del 60 por ciento del promedio del
gasto sanitario no farmacéutico per cápita de los países europeos de la
OCDE (1).
Ese mismo año, ocupábamos un lugar
de privilegio en el ranking de mortalidad precoz evitada por el buen
desempeño del sistema sanitario (2), por delante de EEUU, Canadá y Nueva
Zelanda, y por delante también de todos los países europeos incluidos
en el estudio (Suecia, Italia, Países Bajos, Grecia, Noruega, Alemania,
Austria, Dinamarca, Finlandia, Portugal, Reino Unido e Irlanda) excepto
Francia. La siguiente figura lo muestra:
Dos años antes, en 2000, España
ocupaba según la OMS el quinto mejor puesto mundial en esperanza de vida
libre de incapacidad (3).
También en 2000, la OMS colocaba al español en el séptimo lugar del mundo en el ranking de sistemas sanitarios (3).
¿Se consiguió esto con
«despilfarro» de recursos cuando nuestro gasto sanitario no farmacéutico
público se encontraba casi un 40% por debajo del promedio de los países
europeos de la OCDE? Da la impresión de que nuestra sanidad pública es
bastante eficiente. Por ejemplo, según las estadísticas de la British Heart Foundation
(4) el coste per cápita del tratamiento de las enfermedades
cardiovasculares en 2006 en España era inferior al de muchos países
europeos, incluidos Portugal y Grecia:
¿"De dónde saca pa tanto como destaca" nuestra sanidad pública?
Muy probablemente, este «milagro»
tenga mucho que ver con los bajos salarios de los profesionales que
permitieron, por ejemplo, que el
gasto de personal en el sistema no aumentara en términos reales entre
1991 y 1997 y creciera en todo momento entre 1991 y 2008 muy por debajo
de la riqueza del país, como se muestra en la siguiente figura:
Un monográfico de Health Economics titulado "Analysing the variation of the health cara treatment costs in Europe" motivaba en 2008 este titular en el diario Público:
Corto y pego a continuación dos de las tablas referidas al coste de la apendicectomía procedente de uno de los artículos del monográfico publicado en Health Economics.
Además del inferior coste de la apendicectomía practicada en España,
destaca la menor variabilidad del mismo (primera tabla). Cuando el coste
se ofrece en unidades monetarias por paridad de poder de compra, el
coste de la apendicectomía practicada en España es inferior, incluso, a
la practicada en Hungría y Polonia (segunda tabla). Para que luego nos
vengan con la cantinela de la "insostenibilidad" del sistema
Referencias:
- Simó J. ¿Gastamos demasiado… o gastamos mal? AMF Actualización en Medicina de Familia. 2012; 8(4):197-205. Disponible en: http://www.amf-semfyc.com/web/articlever.php?id=961
- Ellen Nolte E, McKee CM. Measuring The Health Of Nations: Updating An Earlier Analysis. Health Affairs. 2008; (27): 58-71. Disponible en: http://content.healthaffairs.org/content/27/1/58.full.pdf
- Informe sobre la salud en el mundo 2000. Mejorar el desempeño de los sistemas de salud. Organización Mundial de la Salud. Disponible en: http://www.who.int/whr/2000/es/index.html
- British Heart Foundation. Heart statistics publications. European Cardiovascular Disease Statistics 2008. Disponible en: http://www.bhf.org.uk/research/statistics/heart-statistics-publications.aspx
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