jueves, 17 de mayo de 2012

El director del Hospital Clínic defiende que el ciudadano debe ser corresponsable de su salud


Aboga por evitar conductas de riesgo porque las consecuencias las "pagamos entre todos"

Salud | 16/05/2012 - 14:03h
El director del Hospital Clínic, Josep Maria Piqué LV / Mane Espinosa

Barcelona. (Efe).- El director del Hospital Clínic, Josep Maria Piqué, considera que se deben impulsar nuevas formas de gestión innovadoras en la sanidad pública ante la falta de recursos y, en ese contexto, el ciudadano debe ser corresponsable de su salud si quiere reclamar el derecho a la asistencia plenamente gratuita.
"Esto de que el Estado me lo tiene que resolver todo ya ha muerto y lo hemos matado entre todos", afirma el director del hospital concertado barcelonés en una entrevista con Efe.
Para Piqué, la salud es "una mezcla de derechos y deberes", puesto que el ciudadano, que tiene garantizada la sanidad pública, tiene también "el deber de mantener su estado de salud y evitar conductas de riesgo que nos acaban afectando a todos, porque lo pagamos entre todos".
La costumbre de practicar una medicina reactiva en España, junto con la crisis financiera, obliga ahora a los gobiernos a tapar las "vías de agua" que se han abierto en el sistema sanitario, pero "lo que habría que evitar es que se produzcan los agujeros, impulsando políticas de prevención y limitando las conductas de riesgo".
La corresponsabilidad del paciente es, según Piqué, una de las partes importantes del cambio de modelo del sistema sanitario que se debe llevar a cabo en España a medio plazo, más allá de los recortes que el Gobierno español y catalán, "con poco margen de maniobra", tienen que hacer para reducir el déficit.
Proporcionar recetas innovadoras al sistema sanitario es el objetivo que persigue el MIHealth, el primer foro internacional sobre fórmulas de gestión de la asistencia sanitaria organizado por Fira de Barcelona y que reunirá a expertos en economía de la salud de todo el mundo entre el 24 y el 25 de mayo.
El doctor Piqué preside el MIHealth que, según explica, se empezó a gestar hace tres años tras observar que no existía "un foro de discusión donde los diferentes actores del sector de la salud pudieran debatir cómodamente sobre formas innovadoras de gestión".
En un momento en el que coincide el envejecimiento de la población, una mayor medicalización que aumenta la factura farmacéutica y una crisis financiera y económica, el director del Clínic cree que se debe replantear el sistema sanitario.
Con el apoyo del gobierno vasco y el catalán, el MIHealth se perfila como una oportunidad para hallar remedios entre los ponentes y participantes de diferentes instituciones públicas de salud, hospitales, aseguradoras, autoridades, fundaciones y asociaciones médicas de países de todo el mundo que asistirán al congreso.
En el último año, la media del gasto por persona de las comunidades autónomas ha pasado de 1.288,58 euros a 1.210,95 euros, lo que supone una reducción del 6 por ciento.
"No hay ninguna duda de que hay que recortar gasto y que todavía hay margen de maniobra para hacer más eficientes nuestras organizaciones, pero luego también debemos decidir si hay que poner más dinero; en España el sistema es bueno por un coste poco alto, por debajo de la media europea", ha destacado Piqué.
El director del Clínic considera que en estos momentos en los que falla la financiación sólo se pueden "mover recursos de una parte a otra por criterios de bien común", pero estas actuaciones de urgencia se deberían poder conjugar con reformas estructurales a medio plazo para hacer sostenible el sistema ante el envejecimiento de la población y el mayor gasto sanitario.
Frente a este problema estructural, el presidente del MIHealth ve imprescindible introducir recetas innovadoras en la gestión sanitaria, que, entre otras, pasan por aplicar fórmulas de colaboración público-privada e introducir criterios de gestión privada en entidades que son públicas.
"Hay que abandonar este discurso de que lo privado es descarnado y depredador y lo público siempre es perfecto, porque no es así; no hay ningún problema en compartir ingresos públicos y privados si las reglas del juego están claras", señala el director del Clínic, un hospital concertado que tienen una división de medicina privada, Barnaclínic.
"En el Clínic, que tiene una vocación pública, intento aplicar gestión privada para ganar eficiencia, pero si además se puede abrir el centro a la oferta privada se pueden reinvertir los beneficios en las instalaciones públicas y gana todo el mundo; es sólo una de las soluciones", concluye.

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